03:18, +17°C, 03:19, +17°
Sentado en la solera de mi pequeña baranda
Contemplo las bellas luces verdes intermitentes
De la farmacia cerrada de la esquina.
Solo y escuchando los inidentificables ruidos
De la madrugada silenciosa, me pongo a escribir
Sobre la poesía que me rodea.
Los pocos clochards, pedigüeños, inmigrares solos,
Como yo, y otros tantos viajeros desde extraño mundo, disfrutamos,
Individualmente de este momento paradojalmente compartido.
Me prendo un porro suave y pongo una buena dosis
Del whisky regalado que no puedo comprar.
La torre del ático de enfrente, las antenas de televisión,
El reticulado de nubes y el suave frío de esta noche
Admiran, de lejos, mi dulce sensación de volar
Seis pisos arriba de la ilegalidad que, como Zeus,
Adquiere la forma del coche de policía que pasa
Bordeando el tranvía.
Acompañado de mi romero mal regado
Y del llanto del nido de palomas que me olvidé de destruir,
Me entretengo jugando con los dóciles alienígenas octópodas
De grandes ojos e impredecible comportamiento
Que son las puntas de mis pies bajo el espejado translucido.
Agobiado por la soledad, los libros que no termine y
Por el compromiso que a veces suele parecer tan lejano,
Me culpo por mi placerdesplacer desplazado en el tiempo.
Me encierro, desaparezco y broto de nuevo por piezas
Que nacen, unas de las otras, descontroladas e intangibles
Como el avanzo de un fractal casi cuadridimensional.
Las nuevas hojas verdes, claras y recién salidas
De los robles de la calle siguen sin esbozar señal de vida.
Pero los ruidos crecientes de la noche que se despierta,
Me hacen mirar y caer...
Hacia el sueño y la demencia... que me dominan.
+17°C, 04:01, +17°, 04:01.
Ernesto Molinas
28/05/08
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