Notas iniciales de un año que todavía no ocurrió,
Disonantes como arias escupidas por liras de tripas sin curtir.
Falta de ganas y iniciativas para probar que uno aun no murió.
Angustia frente al comodismo, paradoja de la embarazada que no quiere parir.
Ahora, el tiempo que amo y odio, mas una vez
Me azota contra su implacable ambigüedad.
Mas que bello, señor de la eternidad,
Vete a la quintísima puta que te parió.
El tiempo es un bajo inmortal que marca
Interminables y complejísimos compases.
Por la mismísima inexistencia de dios
Te pido que me traigas la felicidad de tu ausencia.
Ernesto Molinas
09/03/2010
Nenhum comentário:
Postar um comentário